viernes, 25 de marzo de 2011

La criminalización de los videojuegos - Opinión de un estudiante de Criminología

Durante mucho tiempo, y cada vez que el tema salia a relucir, los programas independientes de videojuegos han protestado ante esta deplorable práctica que llevan a cabo políticos, psicólogos, periodistas... que demuestran una gran incultura al criminalizar los videojuegos. Además, también lamentan que no pueden dar una explicación razonable a ello porque no tienen a un "especialista" con ellos. Pues bien, después de pensarlo y de organizar mis conocimientos e ideas, creo haber encontrado una explicación social y criminológica a este fenómeno. Pero antes de proceder a la explicación, debo introducir un concepto sociológico y uno criminológico: el cambio social y el control social.



A lo largo de la historia, la sociedad cambia. ¿Por qué? Es sencillo: porque cambian los valores. Cada generación se guía por unos valores recibidos de los padres y profesores que son posteriormente alterados por el individuo durante sus etapas de socialización junto a sus grupos de iguales, que transmitirán a su vez a la siguiente generación. Además, durante esta alteración de valores, los individuos producen feedback, es decir, mandan estos valores alterados de vuelta para que sean evaluados. Si estos valores se consideran correctos, se aceptarán. En caso contrario, serán corregidos y eliminados. Esto ultimo es lo que conocemos como control social. Además, cuando una minoría rechaza los nuevos valores y se niega a aceptarlos, hablamos de resistencia al cambio social.
Por tanto, podemos afirmar que tras ser educados por nuestros padres y profesores, nosotros les reeducamos como preparación para el cambio social.

Esto no es un adorno, eh.


¿En qué punto nos encontramos ahora? Nuestra experiencia con los videojuegos ha alterado nuestros valores, y éstos han sido aceptados por la mayoría. El problema es que el cambio social no se produce porque la resistencia que oponen políticos, psicólogos y periodistas es demasiado influyente. La gente se los cree porque salen por televisión o porque son "especialistas", lo que provoca una reeducación más fuerte de la que nosotros podamos ejercer en algunos casos, además del alcance mediático que tiene culpar a los videojuegos de la delincuencia.
¿Qué podemos hacer? En primer lugar, no ceder. En segundo lugar, educar a los padres para que conozcan el sistema de calificación correspondiente a su país, para que vigilen más los contenidos a los que acceden sus hijos y para que aprendan a usar herramientas como el control parental. Educar siempre es la mejor opción, antes que prohibir o censurar a todos. Al fin y al cabo, los mayores de 18 años somos responsables de nosotros mismos y de los contenidos a los que nos exponemos, ningún politicucho de tres al cuarto tiene que tratarnos como a los niños de tres años.
¿Cómo evitamos la influencia de estos "especialistas"? Ya sabemos de sobra que en realidad no tienen ni idea. Usan argumentos cutres, sin profundidad ni posibilidad de desarrollo y muy fáciles de desmontar. ¿Cuándo no les hemos visto quejarse de que en las cajas no hay indicadores de contenido? Los usan porque saben que nadie les va a llevar la contraria. Lo dirán convencidos, y todos los que haya alrededor asentirán y le darán la razón porque tienen aún menos idea. Cada vez que veais algún "debate" donde se vaya a criticar unilateralmente el tema, ponedlo. Rajar de ellos no sólo demostrará que tenéis razón, sino que podréis pasar un rato riéndoos de ellos. Es más, si se organiza algun debate abierto intentad apuntaros. Si lo conseguís, ya sabéis lo que tenéis que hacer.
La misma historia, otra vez. Pensad, pensad. A los que hayáis vivido más esto os debería sonar de algo. Para el resto, no, los videojuegos no es lo primero que se ha criminalizado en aras de tapar nuestra sociedad imperfecta. Al fin y al cabo, ¿no se culpó a la música heavy de "corromper a la juventud" hace años? ¿O de ser una herramienta para transmitir mensajes demoníacos? Esto es lo único que me viene a la cabeza, pero seguro que no fue la primera.

Además, os recomiendo que leáis este artículo de Eduard Punset, donde responde a la pregunta de un lector de XLSemanal: "¿De verdad son tan malos los videojuegos?". De verdad, os invito a que lo leáis porque hace una gran reflexión.

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